Cuida tus lentillas y protegerás tu salud visual. Puede parecer algo secundario pero hoy te explicaremos la importancia que tiene el cuidado de las lentillas.

Bien por comodidad o por estética, es posible que cada vez vayas menos al trabajo o a la calle con tus gafas graduadas.

Las lentes de contacto, más conocidas como lentillas, han marcado un antes y un después en la forma de realizar todas nuestras tareas cotidianas.

Vivimos en un mundo en el que el 99,9% de las acciones que realizamos requieren de nuestra vista y para conservarla en las mejores condiciones hay que apostar por su salud.

Hay lentillas de distinto material, dureza, flexibilidad y tolerabilidad para cada ojo en concreto. Cada persona necesita un tipo de lentillas pero todas ellas comparten una misma necesidad, un uso adecuado y una limpieza minuciosa.

El primer consejo seguramente ya te lo dieron en la óptica cuando te compraste tus primeras lentillas: debes lavarle bien las manos con agua y con jabón y asegurarte de que no se te queda ningún resto del producto o alguna pelusa de la toalla en tus dedos.

Asimismo, debes cerciorarte de que tienes las uñas correctamente cortadas y aseadas para que a la hora de manipular las lentillas no te dañes los ojos ante el mínimo roce.

Finalmente, no te olvides de renovar el líquido de las lentillas cada vez que las guardes dentro del estuche. Existen una gran variedad de soluciones dependiendo del tipo de lente que se use. Por ejemplo, en Salunatur puedes encontrar una limpieza óptima con Solux u Ojoscalm.

Cuida tus lentillas y protegerás tu salud visual

No sólo las desinfectan sino que permiten el aclarado, la lubricación y la conservación de su material en perfectas condiciones.

Cuidado con…

– El maquillaje: Si usas productos cosméticos en tu rostro cuando también te colocas las lentillas, debes ponértelas siempre antes de empezar a aplicarte el maquillaje. De esta forma evitarás que se produzca su contaminación.

– El estuche: Asegúrate que está completamente limpio siempre que lo utilices y renuévalo periódicamente. Una buena oportunidad es cuando estrenes un nuevo bote de líquido para limpiarlas ya que siempre suelen incluir de regalo un portalentes.

– Evita quedarte dormido con las lentillas incluso cuando se trate de una pequeña siesta: Esta acción propiciará a que el ojo se reseque y sea mucho más vulnerable a contraer una infección.

– El cloro y la sal: Los oftalmólogos desaconsejan el uso de lentillas en piscinas y en el mar porque además de correr el riesgo de que se pierdan, también hay mucha más vulnerabilidad para que el ojo se irrite y se contraigan infecciones. En el caso de que no quede otro remedio que usarlas, se deberá hacer siempre con la ayuda de unas gafas de natación.

¿Tienes alguna duda más específica sobre el uso y cuidado de tus lentillas? Consulta con tu oftalmólogo para realizar un cuidado adecuado.